Cumplimos 28 años...
y en 28 años ¡seguimos cumpliendo!

10 feb 2014

Paraíso Interior, Febrero 2014

¡Si puedes remojar tu pluma en tu corazón, recurriendo a Dios con toda sinceridad, escribirás bien! -Charles Spurgeon-
La frase de Spurgeon, es una de las joyas del pensamiento universal que describe con profundidad y belleza magistral el arte de escribir más que con el intelecto con la inspiración divina. Me recuerda otra, que también consigné alguna vez en esta misma columna de Paraíso interior: “Los pensamientos bajan por las puntas de los dedos para escribir lo que el corazón decide”…ambas reflexiones son un tributo al arte de escribir. Al deleite de plasmar el pensamiento a través de la comunicación escrita, actividad considerada en culturas como la griega inspiración de dioses a las creaturas mortales.
Este primer mes del 2014, circunstancialmente me encontré analizando la vida y obra de Charles Spurgeon, llamado El príncipe de los predicadores, un notable evangelista inglés nacido en 1834 y fallecido en 1892. Su obra es francamente admirable, pero ya regresare a ella más adelante; ahora lo que quiero destacar es que grandes hombres de Dios, como Rick Warren (autor de Una Vida con propósito) y el propio Spurgeon enaltecieron con su pensamiento la terea de escribir… ¡Cuánto saber y conocimiento fecundo ha desbordado el ser humano a través del lenguaje escrito!
El Príncipe de los predicadores
Charles H. Spurgeon, es considerado el más grande predicador que ha existido en la historia. Con todo mérito el inglés de la iglesia Bautista es conocido como el Príncipe de los predicadores y Maestro del Púlpito. Descendiente de una familia de pastores –su padre y su abuelo fueron predicadores en Essex, Inglaterra-; desde temprana edad mostró facultades para evangelizar a través de la prédica.
Sin embargo, el provinciano fue usado poderosamente por Dios, cuando un coordinador de la Iglesia Bautista del Tabernáculo de Londres le invita a hacerse cargo de la congregación de la capital inglesa cuando este apenas contaba con 21 años…en los siguientes 37 años Spurgeon habría de convertirse en el más afamado predicador que ha conocido el mundo. De poco más de 300 personas que se congregaban a su llegada en 1851 a la Iglesia de New Park Street, llegó a convocar a más de veinte mil almas en sus servicios. Sus libros, los escritos de sus sermones publicados semanalmente durante más de un cuarto de siglo hicieron de este hombre uno de los más fecundos personajes dedicados a promover el evangelio.
Lo fascinante de la historia de este hombre de Dios, es que no fue a la universidad, no tenía grandes cualidades que destacan a un buen orador –salvo una bien timbrada voz- y tampoco una personalidad que pudiera considerarse arrolladora. Todos los estudiosos de su obra concuerdan en que fue su entrega total a los mandatos de Dios lo que le hicieron un consumado propagador del mensaje de la Cristiandad en la Europa del siglo XIX.
El número de Dios: 3-3-3
Eran poco más de las 11 pm, de una fría noche en Chetumal, cuando salía con un grupo de amigos de la iglesia Nido de Águilas. Recién había concluido un retiro de tres días y nos apresurábamos para alcanzar el último camión que saldría de la terminal con destino a Playa del Carmen. A la salida de la iglesia, tomamos un taxi. El conductor bromeó: -¡Vienen del retiro! ¿Verdad?, lo sé porque huelen a rayos- . Quizá apenado por su comentario matizó: -La verdad, es que yo también he tomado ese retiro… ¡Es muy bueno!, aunque recuerden que el verdadero reto para ustedes empieza ahora que regresen a sus vidas ordinarias.
Al llegar a la terminal de autobuses, el taxista me miró fijamente y me dijo: -No se olvide del número de Dios, ¿Usted sabe cuál es el número de Dios? Es para atención gratuita las 24 horas, es el 3-3-3 ¡No lo olvide!, está en Jeremías 3:33-
Ya de regreso en el autobús, leí el pasaje bíblico recomendado y no pude menos que maravillarme con la revelación de los portentos de nuestro Padre celestial “Clama a mí, y yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”

¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!
guerrerodeluz66@hotmail.com
Cel. 987 100 9246

Por: Pepe Sánchez

0 comentarios :

Publicar un comentario