Por: Lauro Agujeros
Aquí esta el agua, la luna, el sol,
el mar, la selva. Aquí siempre ha estado. Es tuya, ha sido de tus padre y
abuelos y lo será de tus hijos y tus nietos. Esto lo escuchamos la noche del
viernes durante la noche de ofrendas al oráculo de Ixchelbelayax en el parque
Chanka´anab de Cozumel durante el programa de la Travesía Sagrada Maya que año
con año se realiza para conmemorar el ritual sagrado de culto a la diosa Ixchel
desde Polé (Xcaret) a Cuzamil (Cozumel, la isla de las golondrinas). El año
pasado apenas, coincidí allí con mi querido amigo Rafa Aguirre.
El evento año con año se afina y
crece, pero además se modifica haciendo de las representaciones culturales
(bailes y representaciones teatrales de rituales y ceremonias) un evento
novedoso cada año que a mi juicio debería ser más publicitado entre los
turistas al menos en Cozumel, porque en la parte de Solidaridad, la producción
Xcaret es impecable.
Los residentes cozumeleños y de
Playa del Carmen que participan como caoneros en la travesía se entrenan
durante meses para hacerla de manera segura y estando en perfecta forma física.
La producción a cargo del grupo de baile de Xcaret es muy profesional.
La semana pasada ví por televisión
el inicio de la serie documental Los años que vivimos en peligro
producido por James Cameron y Jerry Weintraub (que entre los dos han ganado 18
premios Emmy) y transmitida por Show Time. La serie reúnen a cortafuegos,
científicos que luchan contra huracanes y olas inmensas, inundaciones y la
deforestación; con artistas, periodistas reputados y productores de Hollywood.
La serie presenta hechos verdaderos,
no ficción. Historias de gente alrededor del planeta afectados por el CC.
Luminarias de Hollywood interesadas en ayudar. “Es televisión de alta calidad
dice el asesor científico en la serie, Joe Romm. No hay ninguna otra serie
sobre CC al aire en otra cadena de TV en EU. La televisión es el lugar adecuado
para contar esta historia”, remata.
El termómetro no es republicano ni
demócrata; ni panista ni priísta ni perredista, agregaría yo. El Cambio
Climático, CC no es problema político, es un problema moral. Si esto hemos
visto que sucede en los últimos diez años, ¿que veremos en los próximos
quince?. No queremos estar del lado que dirá, pudimos hacer lago pero no
hicimos nada; comenta la Dra. Heidi Collen, jefa de la Central del Clima de la
Universidad de Princeton.
La serie tiene todo el suspenso y el
drama de una película taquillera al más puro estilo hollywoodense. Decíamos que
Harrison Ford viaja a Indonesia a atestiguar los impactos de la industria del
aceite de palma que esta en casi todos los productos favoritos de los
consumidores norteamericanos y su impacto en la deforestación que causa gases
de efecto invernadero. ¿Qué ha hecho usted para evitar la deforestación, le
increpa al presidente de Indonesia frente a las cámaras de TV? Al menos le sacó
un compromiso público que hasta la fecha no ha cumplido. Prometer no empobrece.
Don Cheadle se enfrenta a las
creencias de los fundamentalistas en Texas que piensan que la sequía que dura
ya tres años y afecta sus fuentes de trabajo es causada solamente por la
voluntad de Dios.
En otro episodio Arnold Shawzenegger
se une a los bomberos que tratan de lidiar con los incendios incontrolables en
California debido a estas mismas sequías y que batallan contra el infierno. Encuentra
que no hay más una temporada de incendios sino que estos se producen todo el
año y son cada vez más intensos.
El periodista del New York Times,
Thomas Friedman encuentra que la sequía que afecta por once años en Siria es
quien produjo una guerra civil. También participan en la serie Matt Damon y el
mismo productor James Cameron para contarnos la historia del CC y cómo es algo
que en estos momentos afecta a la humanidad.
James Cameron dice que la gente
piensa que el CC es un asunto que tiene que ver con los osos polares pero no es
un drama cien por ciento humano.
Matt Damon dice que es la ultima
prueba de la humanidad y que la gente piensa que el aumento en el nivel del
océano es un problema para las siguientes generaciones, nada más falso. La NASA
publicó el 12 de mayo un reporte de las últimas
cuatro décadas en donde afirma que el descongelamiento de la Antártida
paso su punto de inflexión y es ya irreversible. "No se sustenta en
simulacros de computadora o modelos numéricos", indicó Tom Wagner
científico del clima de la agencia. “Hemos pasado ya el punto del sin retorno”.
Ahora que volvimos a Cozumel después
de las actividades de la Fundación Ocean Futures de Jean Michel Cousteau en la
ciudad de México encontré la invitación de un grupo de jóvenes que se quieren
organizar debido a una ampliación del muelle de cruceros de Puerta Maya que
pertenece a Carnival, la naviera más grande del mundo.
A ellos los tomó por sorpresa y a mí
me sorprendió aún más gratamente que quieran, primero informarse después
consultar y preguntar a expertos, y por último realizar reuniones para hacer
propuestas y organizar un grupo preocupado por el futuro sustentable en al
isla. Lo están haciendo con metodología, ganas e información. Dejando a un lado
el coraje y las tripas que las noticias puedan producir.
La construcción del muelle de Puerta
Maya en 1996 creó un amplio movimiento social que llevó a un procedimiento en
el Secretariado de la Comisión para la Cooperación Medioambiental de America
del Norte creada por la firma del TLC. Esto produjo que el proyecto se
retrasara 6 años, acotara el mismo (que era muy ambicioso: campo de golf, casas
y hoteles) y le fueran impuestas medidas sin precedente en la parte ambiental
para la construcción del muelle.
El huracán Wilma en 2005 tiró al
fondo del mar y costó mucho dinero y esfuerzo a la naviera sacar lo escombros y
disponer de ellos sustentablemente. La razón el antecedente del movimiento
social en la isla. Además de los 50 millones de dólares que costó su
reconstrucción.
Los jóvenes no estaban enterados que
el proceso de consulta pública para la ampliación del muelle se había llevado a
cabo en el 2008 y con muy poca participación. Que se aprobó el proyecto de
ampliación con 16 condicionantes y que habría que vigilar su cumplimiento junto
a la CONANP.
Lo más importante es que en la
operación de amarre de los cruceros se quedará a unos cuántos metros de
arrecife más buceado y visitado en la isla, Paraíso. Pudiendo causar un
accidente, ya hubo un antecedente en abril del 2005 cuando un crucero prendió
las propelas por una emergencia y enterró la tercera coordillera de Paraíso y a
un grupo de buceadores.
La industria de cruceros ha sido un
magnífico negocio para el gobierno federal y estatal (debido a los impuestos);
para las seis empresas mayoristas que trabajan con las navieras. Aunque como
quedó demostrado con la crisis de la influenza A1NH1 la economía de la isla depende
casi al 100% de los hoteles flotantes, no ha sido bueno apostar por esta
industria que tiene prácticas monopólicas. Esto preocupa a estos jóvenes (que
en su primera reunión superaron la treintena) además de la preocupación
ambiental (el bien estar del arrecife Paraíso, su fuente de trabajo) está la parte
laboral, ya que la mayoría son buceadores y/o prestadores de servicios.
Denise Dresser escribió esta semana
en su artículo Aprender a Disentir: Nos han enseñado a ser hijos del miedo, de
la capitulación, del fracaso. Nos han adiestrado a resignarnos con mansedumbre
y sumisión al estado de las cosas. La costumbre de la claudicación se ha
quedado entre nosotros, no como acompañante fiel sino como yugo. Algo que se
instaló y se ha quedado allí. Vampirizante. Aberrante. La soga al cuello del
país donde los gobernantes deciden y los ciudadanos callan. El cílice del país
donde la clase política aprueba reformas como quiere, cuando quiere, y la
población padece sus efectos en silencio. Donde disentir es peligroso,
subversivo, condenable. Cuaronesco.
Más bien se trata de disentir por el
valor que tiene hacerlo. Como lo que demostró en los cincuenta el psicólogo
Solomon Asch en experimentos sobre la conformidad social. Cuando a un grupo le
presentó rayas de diferentes tamaños y les pidió comparar su longitud -sin
informar que algunos de sus miembros habían sido colocados allí para dar
deliberadamente la respuesta incorrecta- casi 75 por ciento de los
participantes se conformaron con el grupo aun a sabiendas de que éste daba la
respuesta equivocada. Los seres humanos tienden a seguir al grupo del que
forman parte, porque temen más al ridículo, a la crítica y al aislamiento, que
al error. Pero Asch también descubrió algo que ensancha las fronteras del
optimismo. Cuando alguien daba la respuesta correcta sobre la longitud de las
rayas, el grado de conformidad, y el error, bajaban. Y eso es lo que ha hecho
Alfonso Cuarón: cuestionar el tamaño de las líneas que el gobierno presentaba
como perfectas. Disintió para que alguien, alguna vez, decida mejor y gobierne
mejor. Porque nada fortalece más a la autoridad arbitraria que el silencio de
los que no quieren o no saben o no se atreven a disentir.
Comentarios: lauroagujeros@hotmail.com
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