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1 abr 2014

Ínsula de Eterna Voz: Reina de Luz

Por Lourdes Rangel Angulo

El Carnaval trajo música y alegría a Cozumel después de un mes de enero que ha sido particularmente difícil. Para la familia Angulo, una de las fundadoras de la isla, estas festividades están ligadas de manera íntima a la historia de sus integrantes, a su esencia jovial y bullanguera. Este mes, Tiempo de Cozumel tuvo la oportunidad de entrevistar a Doña Marilidia Angulo, quien fue Reina del Carnaval en el año de 1969. Actualmente, el Museo de la Isla de Cozumel exhibe una fotografía en la que esta bailadora soberana, que se caracteriza por su porte y elegancia, corona a su Dama de Honor, Ligia Mendoza. Al hablar del Carnaval, Marilidia comentó: “Me encantan estas fiestas porque siempre han sido familiares. Creo que a todos nos gustan por eso. Sin embargo, en cierto sentido el concepto inicial ha cambiado, ya que antes se hacían bailes sencillos en los que todos se divertían. Hoy en día el carnaval implica muchos gastos.”
Marilida confesó que como reina no gastó prácticamente nada en los distintos trajes que utilizó durante los bailes: “El ayuntamiento mandaba llamar a las muchachas cozumeleñas con cierta popularidad y dotes para el baile; si aceptabas ser candidata, te daba dinero para el vestido de reina y no te exigían tanto vestuario. Recuerdo que para una de las comparsas nos disfrazamos de japonesas. Los trajes no eran nada sofisticados. De hecho, en esa ocasión me puse la pijama de una conocida.” Le preguntamos a esta reina de los sesentas porqué creía que había ganado y contestó: “Me gusta mucho bailar; siento la música por dentro. Desde que tenía ocho años, bailaba y todos decían ¡Qué bien baila esta niña!”. Pero la inclinación de Marilidia Angulo, amorosa madre y abuela, viene de familia: “Creo que heredé esa pasión por la música de mi padre, el Capitán Melecio Angulo, porque él fue un gran bailador. En Veracruz, durante uno de sus viajes, ganó un concurso de danzón.”
Al hablar de la música, Marilidia nos dijo: “La música es fundamental para divertirse y olvidar las preocupaciones. Todavía disfruto de los desfiles, pero no tanto como en mi juventud a pesar de que no había carros alegóricos; paseábamos en camiones de redilas adornados con palmas o cuando mucho con tulipanes. En esa época estaban de moda canciones como La bala o Cozumel”. Al recordar esos tiempos, Mari, como la llaman las personas que la conocen, comenzó a bailar y cantar: “Si vienes a Cozumel… lalalalala…”
El entusiasmo y la tenacidad que Doña Marilidia mostró durante el carnaval, hicieron que tuviera la oportunidad de superarse personal y profesionalmente: “Un recepcionista del Hotel El Presidente me sacó a bailar y me dijo que estaban buscando secretarias. Después del carnaval, fui a una entrevista y enseguida me contrataron. Eran otros tiempos. Todo era más tranquilo. La gente era más leal, más comprometida. Ahora hay muchos muchachos desorientados. Tal vez debido a que ambos padres trabajan y se sienten solos.”
Para concluir, esta reina cozumeleña nos contó una encantadora anécdota: “Para animar el carnaval, Don Pedro Avance tomó una foto mía y se la colgó en la espalda, porque él quería que yo ganara. En alguna ocasión me contó que los muchachos se acercaban para besar mi foto y declarar que votarían por mí. Esto lo supe mucho después.” Aunque ya han pasado algunos años, Doña Marilidia conserva su pasión por la música, y cada vez que baila y siente la música por dentro, todos saben que LA REINA LLEGÓ.

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