Cumplimos 28 años...
y en 28 años ¡seguimos cumpliendo!

1 ene 2014

-2014-

Un nuevo año, un año más o un año menos, cuestión de enfoque.
Un nuevo nombre en el calendario.
¿Cómo llegamos a él?
Cuando era niño y ya tenía más o menos noción de las cosas, recuerdo cuando llegábamos al año nuevo normalmente la mayoría de las personas expresaban actitudes de júbilo, de esperanza basadas en la segura realización de nuevos proyectos y un mejor nivel de vida.
Recuerdo que los comentarios de los adultos eran de alegría, de felicidad porque habían llegado a un nuevo año, y ahora sí, las cosas iban a marchar mejor.
Eso, cuando era niño.
Ya en la juventud, por ahí de los años 60 a los 70 y un poco de los 80, a mediados más o menos, viví esa misma sensación, de ir hacia adelante, en el logro de proyectos que me beneficiaban en el trabajo, en los estudios, en lo económico, en tener sueños maravillosos como esos de formar una familia, tener nuestra casa propia y escuelas dignas para la formación académica de nuestros hijos.
México, nuestro amado país nos brindaba la seguridad para seguir luchando y obtener logros significativos en nuestras personas.
Eso de lo que hablaban nuestros abuelos de la época de la revolución, de don Porfirio Díaz, de la inseguridad, para mí era como si se hablara de otro lugar que no era nuestra patria.
De las guerras mundiales, era como si nos estuvieran hablando de películas.
Aquí no sucedía nada de eso, lo más próximo para nosotros en cuanto a los acontecimientos extranjeros pudo haber sido la revolución en Cuba o el derrocamiento del insipiente socialismo de Chile, el magnicidio del presidente de la Unión de Estados Americanos, y en cuanto a fenómenos naturales en nuestro suelo, el sismo que sacudió a la ciudad de México en los años 60, cuando se calló de su columna el Ángel de la Independencia y lo más cercano a nuestras vidas, el movimiento “estudiantil” del 68, el que fuera preámbulo de los Juego Olímpicos de ese mismo año.
Aún el sistema de gobierno para estos entonces, a pesar de todo lo acontecido, tenía en cuenta el sentido social y político para nosotros, los mexicanos.
Después del presidente Gustavo Díaz Ordaz, gobierna el Lic. Luis Echeverría, quien le pasa la estafeta que venían manejando los presidentes de la línea política, al Lic. José López Portillo (qed), desde ahí la tecnocracia se comienza apoderar de las riendas del sistema, para llevar el destino de nuestra patria a una competencia infrahumana con las naciones poderosas del mundo, empezando por el Tratado de Libre Comercio, Con la USA y Canadá, en el que entramos a competir como si fuéramos un equipo de tercera división contra puros seleccionados de la primera división, (Hablando del futbol).
Sin haber estructurado realmente la fuerza de nuestro sistema productivo, convirtiéndonos en este proyecto internacional, en una sociedad de consumo, no de verdadero intercambio comercial de compra y venta, en donde las fuerzas productivas de México, estuvieran sin desventaja a los mandatos y exigencias de nuestros coaligados, especialmente de los vecinos del norte.
Y así, los tecnócratas han venido manejando el destino de los mexicanos, manoseando a nuestra Carta Magna con reformas que siempre apuntan para beneficiarse ellos mismos y blindarse en lo personal, contra cualquier demanda de traición a la Patria, dando paso a la madre de la corrupción, LA IMPUNIDAD.
Sacrificaron su candidato a la presidencia que representaba un serio peligro para ellos, ya que en sus discursos se escuchaban amenazas en contra del poderoso sistema que realmente gobierna a nuestro país.
Le dieron paso a la alternancia para juguetear con la supuesta democracia, palabra que solo ha servido para llenarse la boca en sus discursos cualquiera candidato a cargo de puestos elección popular.
Y ahora quienes gobiernan a México, todo indican que siguen siendo, ellos mismos, estos últimos a los que respetuosamente he aludido, los tecnócratas.
¿Que se vislumbra en el panorama nacional?
¿Un sistema de gobierno indefinido, una mezcla extraña de políticos, tecnócratas y alternantes?
¿Que nos puede dar esto como resultado en este nuevo año?
Nuestros padres nos decían, cuando dudábamos antes tomar una decisión, ¡DEFÍNETE!
Y así estamos entrando al año 2014, con una indefinición, que ya no sabemos de todas las reformas que se han lanzado al panorama nacional:
¿Si los maestros van a estar debidamente preparados para educar a nuestros hijos?, y si además de los “proyectos” para capacitarlos ¿tendrán derecho al nivel de vida digno que se merecen?; ¿si seguiremos llevando sobre nuestras espaldas el mantener a un mecanismo elector, cada vez más oneroso, que nos garantice empezar a entender realmente que es la democracia?, ¿si vamos a tener que soportar a diputados y senadores reelectos, para que sigan disfrutando de jugosos emolumentos a nuestras costillas para que continúen revolviendo y contaminando nuestra Constitución buscando subterfugios que les sean favorables?; si la “riqueza que hay en subsuelo de México, y que se vocifera que es de los mexicanos” ¿servirá para estar mejor?; si lo que se va a recaudar vía IMPUESTOS, los cuales para poder pagarlos, se vuelve cada vez más complicado y costoso para los contribuyentes, ¿realmente será aplicado con honestidad?, ¿y no para hacer cada tres y seis años castas de multimillonarios, cobijados por la corrupción y la impunidad?.
Que lejos están esos cambios de año de mi niñez y de mi juventud.
Para este 2014, y para el bien de nosotros, los mexicanos, esperamos, o al menos espero, que el personaje que hoy ha tenido la oportunidad y ocupa el sagrado, patriótico y esperanzado cargo de PRESIDENTE DE NUESTRO PAIS, se defina, pero repito, PARA EL BIEN DE MÉXICO Y DE LOS MEXICANOS.

Por: Gustavo A. Ferrer Calguera
Comentarios: gustavoferre90@hotmail.com

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