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11 jun 2014

TEORIA DE LAS VENTANAS ROTAS

Tolerancia cero al delito

La Teoría de las ventanas rotas fue creada por los criminólogos estadounidenses
James Q. Wilson y George L. Kelling, la cual consiste en: Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen ‘pequeñas faltas’ (estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves. Para llegar a esta conclusión llevaron a cabo un experimento que consistía en ubicar en dos barrios uno conflictivo y pobre y el otro una zona rica y tranquila. El auto en la zona pobre fue hurtado en cuestión de horas, mientras que el de la zona rica estuvo intacto. Pero posteriormente los investigadores quebraron el vidrio de una ventana del auto que estaba en el barrio rico, El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el barrio pobre, y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre. ¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo? No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la
psicología humana y con las relaciones sociales. Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que vale todo. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional. Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios abandonados por la gente son progresivamente ocupados por los delincuentes. La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis deteriorando el lugar, suciedad de las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes. Comenzando por lo pequeño se logró hacer del metro un lugar seguro. Luego entonces, y dado el alto índice de delitos en nuestro país, no está por demás que nos interesemos y procuremos mantener en buen estado y apariencia nuestras fachadas y nuestras colonias, barrios, ciudades, pueblos, suburbios, o donde sea que vivamos. No perdemos nada al probar esta teoría.

Fuente:
www.culturadelalegalidad.org.mx/
www.forodeseguridad.com/

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