Por Adrian Toledano
No cabe duda que en México somos monotemáticos. Por alguna razón brincamos de de un evento noticioso a otro, incapaces de repartir nuestra atención. Durante los efímeros días que una noticia se vuelve el centro de la atención nacional pareciera que nuestra existencia solo se entiende a partir de dicho evento.
La captura del “Chapo” Guzmán genera tal vez más dudas que respuestas.
La primera es ¿cómo una persona que tiene una recompensa sobre su cabeza de siete millones de dólares puede durante trece años pasearse por todo el país y el extranjero, casarse, ir a restaurantes, estar con su esposa e hijos, transportarse en aviones privados y llevar una vida social?
Sería inverosímil pensar que en todos estos años nadie estuviera dispuesto a traicionarlo, seguramente muchos lo hicieron, entonces ¿por qué no lo capturaron antes?
La respuesta fácil seria asumir que existía toda una red de corrupción en todos los niveles de gobierno y en todas las fuerzas de seguridad del estado con el propósito de obstaculizar, desviar y advertir al capo de las acciones enfocadas a su captura. ¿Cuánto dinero se necesita para corromper al estado a ese grado?, Los cuantiosos volúmenes de dinero que presuntamente se requieren para una operación de esa naturaleza, ¿por qué pasan desapercibidos a los controles de lavado de dinero del sistema financiero y a los controles de confianza y anticorrupción de de los tres poderes de estado?
Durante esos trece años, ¿existió una fuerza especial cuya tarea específica fuera atrapar al Chapo, o simplemente se dejó su captura al azar?
¿Fue la captura en estas fechas la conclusión de una oportunidad que se dio o el Chapo siempre estuvo al alcance de las autoridades y su captura en esa fecha simplemente fue el resultado de un cálculo político?.
Quizá lo más sorprendente de que lo hayan capturado, es el hecho de que lo hayan capturado vivo. Desde luego, el Chapo debe de saber muchas cosas. Muerto el perro se acaba la rabia, dice el popular refrán. ¿Fue casualidad o capturarlo vivo fue siempre el objetico? ¿La información que se obtenga será usada para lograr la captura de más capos y el desmantelamiento de la organización criminal del Chapo o simplemente se integraran expedientes negros para mantener a raya a los opositores al actual régimen?
Desde el momento en que se hizo pública su captura, el gobierno ha hecho todos los esfuerzos posibles para atribuirse la paternidad del operativo. Sin embargo llama mucho la atención que la primeras noticias de la captura del capo surgieron en los Estados Unidos y la vehemencia con que el gobierno ha dicho una y otra vez que físicamente en el operativo no participaron elementos de agencias extranjeras. No solo eso, el gobierno también a minimizado la inteligencia provista por los Estados Unidos y que finalmente condujo a la captura.
¿Es realmente el estado mexicano capaz de capturar estos delincuentes sin ayuda externa? ¿Hasta dónde se les está permitiendo a las agencias extranjeras “colaborar”? ¿Es la captura del Chapo el resultado de la presión de otros países o resultado del genuino interés de las autoridades mexicanas por capturar a estos pillos? ¿Cederá el gobierno mexicano a los pedidos de extradición que varios actores importantes de nuestro vecino del norte ya han anticipado pedirán?
Resulta también cuestionable el que tan factible resultaba para el Chapo el dirigir una organización con presencia en muchos países y con decenas de miles de empleados cuando se encontraba supuestamente a salto de mata evadiendo su captura. Lo cual nos lleva preguntarnos cuál será el efecto real que sobre el cartel de Sinaloa tendrá la captura de su líder. ¿Se desintegrara el cartel de Sinaloa? ¿Se generará una lucha intestina para llenar el vacío de poder que deja el Chapo? ¿Los carteles rivales aprovecharan la coyuntura y lanzarán una ofensiva para tomar los territorios que estaban bajo el control del chapo?
Notorio es que después de su captura ha habido manifestaciones “públicas” de apoyo a este personaje en las calles de algunas ciudades. Habría que preguntarse si dichas manifestaciones de apoyo son auténticas y si no los son ¿quiénes son los que las promueven y con que intereses?
Finalmente hay otras preguntas que probablemente a usted y un servidor nos gustaría tener las respuestas. ¿Dónde están los miles de millones de dólares que según la revista “Fortune” hacían del Chapo una de las personas más ricas del mundo? ¿Contribuirá su captura a que en el corto plazo la inseguridad en el país baje? ¿Cuándo van a meter a la cárcel a todos los servidores públicos que supuestamente fueron corrompidos por su dinero? ¿Cuándo van a atrapar a todos los demás Chapos que existen en México?
Carnaval 2014
A pesar de los muchos años que me ha tocado vivir el carnaval, cada año me sigue sorprendiendo. Me llama mucho la atención el que por unos días una parte importante de la población literalmente deja todo para ponerse a bailar y divertirse en el carnaval.
Me sorprende que a pesar de los múltiples problemas que todos tenemos seguimos siendo capaces de desconectarnos y con total desparpajo transformarnos en una versión más alegre, relajada, tolerante y despreocupada de nosotros mismos.
El carnaval no es solamente un evento de gran importancia para la economía sino la catarsis de un pueblo en sus raíces, en su cultura y en su idiosincrasia.
Como afortunadamente sucede siempre, el carnaval es todo un éxito gracias no al comité o a las autoridades, sino a los miles de cozumeleños que regalan su tiempo, su dinero y su alegría para que esta fiesta sea posible.
Me sigue pareciendo desproporcionado el número de “staffs” que participan en el desfile. Me parece que se olvidan que las personas van al carnaval a divertirse, a tomarse fotos con las comparsas y que si bien es importante que el desfile tenga fluidez, esto no debe ser a costa del espectáculo. Los protagonistas del carnaval son el pueblo de Cozumel, y cuando estas personas tratan de asumir un papel protagónico por encima de los carnavaleros, pues la riegan.
Mención especial a los amigos de limpieza que hacen un gran trabajo después de cada paseo.
Ni modo, se acabó el carnaval. Escuchare la canción de “La fiesta” de Serrat y “La vida es un carnaval” de Celia Cruz para cerrar la temporada con broche de oro.
La captura del “Chapo” Guzmán genera tal vez más dudas que respuestas.
La primera es ¿cómo una persona que tiene una recompensa sobre su cabeza de siete millones de dólares puede durante trece años pasearse por todo el país y el extranjero, casarse, ir a restaurantes, estar con su esposa e hijos, transportarse en aviones privados y llevar una vida social?
Sería inverosímil pensar que en todos estos años nadie estuviera dispuesto a traicionarlo, seguramente muchos lo hicieron, entonces ¿por qué no lo capturaron antes?
La respuesta fácil seria asumir que existía toda una red de corrupción en todos los niveles de gobierno y en todas las fuerzas de seguridad del estado con el propósito de obstaculizar, desviar y advertir al capo de las acciones enfocadas a su captura. ¿Cuánto dinero se necesita para corromper al estado a ese grado?, Los cuantiosos volúmenes de dinero que presuntamente se requieren para una operación de esa naturaleza, ¿por qué pasan desapercibidos a los controles de lavado de dinero del sistema financiero y a los controles de confianza y anticorrupción de de los tres poderes de estado?
Durante esos trece años, ¿existió una fuerza especial cuya tarea específica fuera atrapar al Chapo, o simplemente se dejó su captura al azar?
¿Fue la captura en estas fechas la conclusión de una oportunidad que se dio o el Chapo siempre estuvo al alcance de las autoridades y su captura en esa fecha simplemente fue el resultado de un cálculo político?.
Quizá lo más sorprendente de que lo hayan capturado, es el hecho de que lo hayan capturado vivo. Desde luego, el Chapo debe de saber muchas cosas. Muerto el perro se acaba la rabia, dice el popular refrán. ¿Fue casualidad o capturarlo vivo fue siempre el objetico? ¿La información que se obtenga será usada para lograr la captura de más capos y el desmantelamiento de la organización criminal del Chapo o simplemente se integraran expedientes negros para mantener a raya a los opositores al actual régimen?
Desde el momento en que se hizo pública su captura, el gobierno ha hecho todos los esfuerzos posibles para atribuirse la paternidad del operativo. Sin embargo llama mucho la atención que la primeras noticias de la captura del capo surgieron en los Estados Unidos y la vehemencia con que el gobierno ha dicho una y otra vez que físicamente en el operativo no participaron elementos de agencias extranjeras. No solo eso, el gobierno también a minimizado la inteligencia provista por los Estados Unidos y que finalmente condujo a la captura.
¿Es realmente el estado mexicano capaz de capturar estos delincuentes sin ayuda externa? ¿Hasta dónde se les está permitiendo a las agencias extranjeras “colaborar”? ¿Es la captura del Chapo el resultado de la presión de otros países o resultado del genuino interés de las autoridades mexicanas por capturar a estos pillos? ¿Cederá el gobierno mexicano a los pedidos de extradición que varios actores importantes de nuestro vecino del norte ya han anticipado pedirán?
Resulta también cuestionable el que tan factible resultaba para el Chapo el dirigir una organización con presencia en muchos países y con decenas de miles de empleados cuando se encontraba supuestamente a salto de mata evadiendo su captura. Lo cual nos lleva preguntarnos cuál será el efecto real que sobre el cartel de Sinaloa tendrá la captura de su líder. ¿Se desintegrara el cartel de Sinaloa? ¿Se generará una lucha intestina para llenar el vacío de poder que deja el Chapo? ¿Los carteles rivales aprovecharan la coyuntura y lanzarán una ofensiva para tomar los territorios que estaban bajo el control del chapo?
Notorio es que después de su captura ha habido manifestaciones “públicas” de apoyo a este personaje en las calles de algunas ciudades. Habría que preguntarse si dichas manifestaciones de apoyo son auténticas y si no los son ¿quiénes son los que las promueven y con que intereses?
Finalmente hay otras preguntas que probablemente a usted y un servidor nos gustaría tener las respuestas. ¿Dónde están los miles de millones de dólares que según la revista “Fortune” hacían del Chapo una de las personas más ricas del mundo? ¿Contribuirá su captura a que en el corto plazo la inseguridad en el país baje? ¿Cuándo van a meter a la cárcel a todos los servidores públicos que supuestamente fueron corrompidos por su dinero? ¿Cuándo van a atrapar a todos los demás Chapos que existen en México?
Carnaval 2014
A pesar de los muchos años que me ha tocado vivir el carnaval, cada año me sigue sorprendiendo. Me llama mucho la atención el que por unos días una parte importante de la población literalmente deja todo para ponerse a bailar y divertirse en el carnaval.
Me sorprende que a pesar de los múltiples problemas que todos tenemos seguimos siendo capaces de desconectarnos y con total desparpajo transformarnos en una versión más alegre, relajada, tolerante y despreocupada de nosotros mismos.
El carnaval no es solamente un evento de gran importancia para la economía sino la catarsis de un pueblo en sus raíces, en su cultura y en su idiosincrasia.
Como afortunadamente sucede siempre, el carnaval es todo un éxito gracias no al comité o a las autoridades, sino a los miles de cozumeleños que regalan su tiempo, su dinero y su alegría para que esta fiesta sea posible.
Me sigue pareciendo desproporcionado el número de “staffs” que participan en el desfile. Me parece que se olvidan que las personas van al carnaval a divertirse, a tomarse fotos con las comparsas y que si bien es importante que el desfile tenga fluidez, esto no debe ser a costa del espectáculo. Los protagonistas del carnaval son el pueblo de Cozumel, y cuando estas personas tratan de asumir un papel protagónico por encima de los carnavaleros, pues la riegan.
Mención especial a los amigos de limpieza que hacen un gran trabajo después de cada paseo.
Ni modo, se acabó el carnaval. Escuchare la canción de “La fiesta” de Serrat y “La vida es un carnaval” de Celia Cruz para cerrar la temporada con broche de oro.
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